También es un problema para la salud pública. Cuando los profesionales de la salud (que suelen desconocer los problemas específicos de los superdotados) diagnostican diferentes trastornos sin llegar a vislumbrar lo que hay detrás de los diversos síntomas que estos manifiestan (sin sospechar que son superdotados y que sus síntomas son la expresión de una grave falta de adaptación derivada de superdotación).