Juan se acercó a mí:
_ ¿ No conoces a mi mujer, Andrea?
Y empujó por los hombros a la mujer despeinada.
_Me llamo Gloria_dijo ella.
Vi que la abuelita nos estaba mirando con una ansiosa sonrisa.
_¡Bah, Bah!...¿Qué es eso de daros la mano? Abrazaos ,niñas...¡Así, así!
Gloria me susurró al oído:
_¿ Tienes miedo?
Y entonces casí lo sentí, porque ví la cara de Juan que hacía muecas nerviosas mordiéndose las mejillas. Era que intentaba de sonreír.