El golpe militar está encima, dicen los corrillos. El país sigue viviendo bajo la férula del Partido; se dice que el que no está con el Partido está marginado de la vida civil y no puede ejercer un trabajo decente; miles de ciudadanos viven en exilio o en confinamiento; especie de muerte o masacre blanca contra los opositores; centenares permanecen encerrados en cárceles y en campos de concentración; en tanto que la prensa amarilla del extranjero elogia al Caudillo por la estabilidad y por la multiplicación de las obras públicas santuarias, emprendidas con la conspicua colaboración de asesores extranjeros que cobran en moneda dura y menosprecian a los técnicos nacionales; relegándolos a la condición de portapliegos
A la salida del templo se juntan en racimos negros aquellas personas dolientes, mientras que un solo hombre se frota las manos con satisfacción. Es el padre Ramón que acaba de obtener otro éxito en su carrera de provocador de desórdenes sociales; su movimiento tiene ya los mártires que precisa. ¡Oh! las iglesias siempre precisan mártires y Juanas de Arco.