No hay naturaleza, paisaje cultural o alimento tradicional sin el reconocimiento de las personas que enfocan su mirada hacia dicho paraje. Conocer los nombres de los alimentos, las manos que los preparan, los lugares y las especies que los habitan, se hace vital; para llamarlos, para existir dentro de ese universo en el que estamos inmersos, por lo cual el reconocimiento pasa a ser determinante.
Para poder existir se hace imprescindible el comprender, el honrar la cultura, la tradición y la memoria.
"Lo más conocido es lo menos reconocido" Hegel