- El oficio -
Quédate con tu misterio,
describe la mesa, el animal doméstico,
el delantal floreado de la madre,
el presuroso amor si lo deseas,
pero no lo digas todo en el poema,
que permanezca siempre una puerta abierta y golpeando,
un campo no surcado a la intemperie,
deja para el otro que vendrá, amigo o enemigo,
esa leve ambigüedad, ese otro poema.
Che
Che, tú lo sabes todo,
los recovecos de la Sierra,
el asma sobre la hierba fría,
la tribuna,
el oleaje en la noche
y hasta de qué se hacen
los frutos y las yuntas.
No es que yo quiera darte
pluma por pistola
pero el poeta eres tú.
Je n’ai jamais oublié la première tentative que j’ai faite pour m’enfuir. Elle a échoué et je suis resté quelques années tranquille, de peur de retrouver les chaînes. Pourtant, je sentais en moi un esprit de rébellion qui ne me quittait pas.