AccueilMes livresAjouter des livres
Découvrir
LivresAuteursLecteursCritiquesCitationsListesQuizGroupesQuestionsPrix BabelioRencontresLe Carnet

Citation de SophieChalandre


He dicho ya que mis primeros días de colegio fueron de desolación para mi alma. La tristeza no me abandonaba y las repetidas visitas de mi madre, a la que rogaba con el acento de la desesperación que me sacara de allí y que sólo me contestaba con su llanto silencioso, sin dejarse doblegar en su resolución, aumentaban aún mis amarguras.

La reacción vino de un recurso inesperado. Una noche que nos llamaban a la clase de estudio, se me ocurrió abrir uno de los cajones de mi cómoda, para tomar algunas galletitas con que combatir las consecuencias del menu mencionado. Maquinalmente tomé un libro que allí había y me fui con él. Una vez en clase y cuando el silencio se restableció, me puse a leerlo. Era una traducción española de Los tres Mosqueteros de Dumas. Decir la impresión causada en mi espíritu por aquel mundo de aventuras, amores, estocadas, amistades sagradas, brillo y juventud, mundo desconocido para mí; decir la emoción palpitante -25- con que seguí al hidalgo gascón desde su llegada a París hasta la noche sombría del juicio, el odio al Cardenal, mi júbilo por sus fracasos, mi ilusión maravillosa, es hoy superior a mis fuerzas. Toda esa noche, con un cabo de vela, encendido a hurtadillas, me la pasé leyendo. Al día siguiente no fui a los recreos, no salí de mi cuarto y, cuando al caer la tarde concluí el libro, sólo me alentaba la esperanza de la continuación. Escribí a mi madre, vinieron los Veinte años después, El Vizconde de Bragelonne, que me costó lágrimas a raudales, un Luis XIV y su siglo, también de Dumas, crónica hecha sobre las memorias del tiempo, cuyo único defecto era a mis ojos no ver figurar en ella a D'Artagnan, principal personaje de la época, en mi concepto.
Commenter  J’apprécie          130





Ont apprécié cette citation (8)voir plus




{* *}