AccueilMes livresAjouter des livres
Découvrir
LivresAuteursLecteursCritiquesCitationsListesQuizGroupesQuestionsPrix BabelioRencontresLe Carnet

3.63/5 (sur 8 notes)

Nationalité : Mexique
Né(e) à : Chetumal , le 09/07/1946
Biographie :

Ecrivain, journaliste politique, traducteur et historien mexicain.
Il étudie les sciences et techniques de l’information à l’université et présente un doctorat en histoire au Colegio de Mexico. En 1978, avec le sociologue Artro Warman et l’hitorien Enrique Florescano, il fonde la revue Nexos. Il reçoit en 1986 le Prix National du journalisme et publie des essais sur des thèmes historiques et culturels. S’il refuse l’étiquette de nouveau réalisme à son œuvre romanesque, il se déclare auteur de romans politiques.

Ajouter des informations
Bibliographie de Héctor Aguilar Camín   (5)Voir plus

étiquettes

Citations et extraits (4) Ajouter une citation
"Quiero lo mismo que La Gallega". Infante le había traído esa vez de regalo a La Gallega, la hija de Pepe Almudena, una muñeca holandesa de porcelana, una de esas muñecas de colección, con articulaciones en hombros y tobillos y unas facciones tan perfectas, tan expresivas, que en cualquier momento podían arrancarse a hablar. Le había entregado el regalo al llegar y ahí se había estado Araceli jugando con su regalo a la vista de todos. Bueno, pues el mismo tiempo que Pedro Infante pasó admirando a Violeta, Violeta lo pasó hipnotizada por la muñeca que La Gallega acunaba en sus brazos, vestía y desvestía, mostraba y celebraba, pero no dejaba que la tocara nadie, Violeta menos que nadie. De modo que cuando escuchó la oferta de Pedrito, sin pensarlo dos veces Violeta le dijo: "Quiero lo mismo que La Gallega". Se quedó Pedrito de una pieza, sin saber qué hacer, a la vista de todos. "Pues ahora sí me fregaste, criatura", le dice a Violeta. "Cualquier cosa pídeme menos la muñeca, porque no traigo otra y esta ya la di". Entonces Violeta se hace ovillo y empieza a llorar, a llorar de tal manera que la gente se asusta, le preguntan si le duele algo, pero Violeta sólo llora y llora, hasta que Pedro Infante se acerca a consolarla y le dice: "Me parte el alma verte llorar así y ser tan burra, mi hija. Esta muñeca no te puedo dar, pero te prometo que la próxima vez que venga a Chetumal, y voy a venir al fin del mes, te voy a traer a ti una muñeca como esta. Y para que no digas que es una pura hablada, orita mismo te voy a comprar la mejor muñeca que haya en Chetumal y te la dejo en prenda de la otra que te voy a traer. Pero no llores, que te pones fea. Aunque la verdad, criatura, hasta llorando y moqueando eres una bendición de Dios". Bueno, pues se calmó Violeta y Pepe Almudena mandó a uno de sus empleados a buscar la muñeca sustituta. Pero era domingo y todo el comercio en Chetumal había cerrado, además de que muñecas y juguetes en Chetumal no había más que por Navidad o cuando mandabas pedirlo al lado inglés. Así que el empleado regresó diciendo que no había una sola muñeca en todo el pueblo, la única que había localizado era la que estaba hace meses en el aparador de la Casa Aguilar, la tienda de tu abuelo, pero la tienda estaba cerrada y quién sabe si quisieran venderla, porque no se la habían vendido a nadie en ese tiempo. Entonces Almudena le mandó un recado a tu abuelo Aguilar explicándole la cosa y tu abuelo ordenó abrir la tienda y darle la muñeca al empleado de Almudena, una muñeca muy bonita también, pero sin punto de comparación con la otra. Pues muy bien, le dan su muñeca a Violeta, se termina la fiesta, Pedro Infante se trepa a su avión de regreso a Mérida y todo el mundo en paz y contento.
Commenter  J’apprécie          140
Como una niebla que viene a pasos lentos del mar, la invadió poco a poco el recuerdo de sus padres. No habían estado en ella bajo la forma huérfana del dolor, atrapados en alguna colección de escenas subrayadas por la ausencia. Eran algo más próximo y más vago a la vez, semejante al hábito y a la sucesión de los días, como la sombra de la nariz siempre presente y siempre insustancial bajo los ojos, o la humedad de la saliva, siempre con sabor y siempre neutra en el laberinto abierto de la boca. Su pérdida había sido un remolino y luego un pasmo del que los años no la habían sacado para hacerle ostensible la verdad llana y dura de su pena. Había vivido en ese limbo amigable, asomándose sólo por momentos al abismo que estaba detrás, serena, en cierto modo cómoda dentro del celofán que aplazaba la revisión de los escombros.
Una noche, poco después de su cumpleaños diecinueve, soñó largamente que entraba con Rafael Liévano en una gruta ceremonial, un espacio húmedo y dorado del que fluían hacia ellos espigas de agua y miradas aprobatorias. Iban al frente de un cortejo, en el inicio ritual de la fiesta, y avanzaban, celebrados dulcemente, como flotando en la atmósfera fresca de la gruta, propicia a la tersura de la piel y a las ganas de viento del cabello. Atrás marchaban los otros, sus tías y sus abuelos, Ángel Romano y Alina Fontaine. Pero sobre todo sus padres, seguros y protectores, vigilando los flancos escarpados del sendero y sus pasos dichosos en la marcha triunfal.
Al doblar un recodo, sin embargo, Leonor se topaba también con sus padres entre el público. Miraban satisfechos la escena desde el más allá, tomados de la mano, conformes y lejanísimos, radiantes en el fulgor angélico e insoportable de su amor.
Commenter  J’apprécie          110
Nous autres reporters, journalistes, chroniqueurs, avions bâti notre petite gloire sur le déchiffrement, l'analyse et l'éloge de ladite politique. "Les pots-de-vin, stade suprême du journalisme", disait Arteaga en parodiant Lénine et en faisant allusion à une pratique journalistique solidement en vigueur au Mexique.
Commenter  J’apprécie          100
El 18 de marzo de 1978 acudí a los festejos de la expropiación petrolera en Ciudad Madero. Lázaro Pizarro ocupó el estrado junto a La Quina, aunque en un claro segundo plano. Roibal me buscó al mediar el acto. Característicamente, no lo sentí llegar ni deslizarse hacia mí, sino hasta que me tocó por la espalda en un costado. Igual hubiera podido apuntarme con una pistola:
—Dice el jefe si se anima a platicar con él un rato —preguntó con un dejo de burla.
—Donde quiera —contesté sin darle tiempo.
Commenter  J’apprécie          90

Acheter les livres de cet auteur sur
Fnac
Amazon
Decitre
Cultura
Rakuten

Lecteurs de Héctor Aguilar Camín (8)Voir plus

Quiz Voir plus

Littérature et Cinéma

quel film n'est pas inspiré de Crime et Châtiment ?

Pickpocket
Crimes et Délits
Match Point
Le Mépris

12 questions
196 lecteurs ont répondu
Créer un quiz sur cet auteur
¤¤

{* *}