SER Y ESTAR
Miro por la ventana, su perversa presencia
está y no está, viene y se va.
Un involuntario eructo cervecero instala
su destilado sabor prostibulario y la nieve
está y no está.
Trivial, la belleza, polución nocturna, acaba
jugando a las escondidas con el deseo y la nieve
está y no está.
La ternura absoluta contra este no saber,
la pornográfica instantánea mano
que me confirme vivo en esta hora
vacunamente melancólica,
la iluminada mejilla de María quiero;
la nieve
está y no está, viene y se va,
desde el inicio de todos los tiempos
está y no está, la nieve,
está y no está, viene y se va.
ILUSIONES DE PAREJA
Entro con la ilusión en la mano,
suena la orquesta, los timbales suenan,
me celebran con brazos y sonrisas extendidas,
arrebatados por un entusiasmo de magnolias
comenzamos a cantar odas a la alegría en alemán,
y entonces suenan los claros clarines de tenores y sopranos.
y entonces las gargantas walkirias prolongan las vocales,
y entonces pongo el ramo en el florero.
La ilusión es una flor diminuta y se marchita rápidamente.