Réveille-toi, mais ébauche dans les marges de tes sourcils
L'or proche du rêve
Adolescencia (1951)
En el fondo de mis sueños
Siempre te encuentro cuando amanece.
Qué ensanchamiento en el exilio, por el vagabundaje de
claras fuentes azules;
Por el soplo de la tierra.
Costumbre angélica.
Evadida hacia otra queja, vuela con los pájaros, sueña con
las nubes;
Levanta raíces inquietas en el agua.
En el fondo de mis sueños
La aurora fugitiva. Sólo la sombra
Concluye mi única estrella, mi último día.
Aparición
Aclimata el carruaje dichoso de tus senos, la tierra de mis
primeras voces,
sus heridas abiertas, sus flagelados gavilanes en la
intemperie nevada.
Una mujer llamada Blanca manipula la jaula escarlata del
misterio
Sobrepasa el límite, una oscura potencia.
¿Grita, imagina, siente?
Teje una cáscara densa de brisa matinal, alivia piedras
decrépitas.
La joven pálida me conduce a un jardín en ruinas.
La veo desnuda, bajo un gran suburbio de palmeras,
exportando el oro del crepúsculo hacia un milagroso país.
Ha regresado la hora silenciosa.
Me circundan las pesadas bahías de tus ojos.
Tú tienes que diseminarte, cuerpo y alma,
en la heredad meliflua de las rosas.
A mi lado pasan lavanderas con sus blancas túnicas, con sus
cofias de inocencia
y las manos entregadas a un rito.
A Elle, la vipère et l'abeille : La précieuse nudité
A Elle, ma transparence, mon babil incohérent, la rumeur
Qui monte des racines de ma langue
Si tu viens d'un homme et d'une femme, promène le fantôme et l'auréole terrestre sur ta tête, telle l'eau sur un merle.
BELLEZA
Interrumpida mi plática, vuelvo a hablar contigo de la partida y el regreso.
Todo sucedió a vuelo de pájaro, belleza: a la
vez mundo compacto, cerrado y libre. Al abrir los ojos en la
llama fría, era un lorito ufano; te busqué de verdad, lamía en
la sombra tus huesos, santa perra. Aunque me ausentara de
ti, aunque me cubriera el ridículo, aunque estuvieras más
allá del resplandor que me envuelve; quizás cercana a la
bahía, en pleno mar de verano, en medio de las palmas reales.