AccueilMes livresAjouter des livres
Découvrir
LivresAuteursLecteursCritiquesCitationsListesQuizGroupesQuestionsPrix BabelioRencontresLe Carnet

3.92/5 (sur 6 notes)

Nationalité : Pérou
Né(e) à : Lima , le 7/07/1874
Mort(e) à : Lima , le 19/04/1942
Biographie :

Poète péruvien considéré comme l'un des fondateurs de la poésie nationale moderne et contemporaine.

Ajouter des informations
Bibliographie de José María Egurén   (2)Voir plus

étiquettes

Citations et extraits (4) Ajouter une citation
LIED I

Era el alba,
cuando las gotas de sangre en el olmo
exhalaban tristísima luz.

Los amores
de la chinesca tarde fenecieron
nublados en la música azul.

Vagas rosas
ocultan en ensueño blanquecino,
señales de muriente dolor.


Y tus ojos
el fantasma de la noche olvidaron,
abiertos a la joven canción.

Es el alba;
hay una sangre bermeja en el olmo
y un rencor doliente en el jardín.

Gime el bosque,
y en la bruma hay rostros desconocidos
que contemplan el árbol morir.
Commenter  J’apprécie          120
NOCTURNO

De Occidente la luz matizada
Se borra, se borra;
En el fondo del valle se inclina
La pálido sombra.

Los insectos que pasan la bruma
se mecen y flotan,
y en su largo mareo golpean
las húmedas hojas.

Por el tronco ya sube, ya sube
La nítida tropa
De las larvas que, en ramas desnudas,
Se acuestan medrosas.


En las ramas de fusca alameda
Que ciñen las rocas,
Bengalíes se mecen dormidos,
Soñando sus trovas.

Ya descansan los rubios silvanos
Que en punas y costas,
Con sus besos las blancas mejillas
Abrazan y doran.

En el lecho mullido la inquieta
Fanciulla reposa,
y muy grave su dulce, risueño
semblante se torna.

Que así viene la noche trayendo
Sus causas ignotas;
Así envuelve con mística niebla
Las ánimas todas.

Y las cosas, los hombres domina
La parda señora,
De brumosos cabellos flotantes
Y negra corona.
Commenter  J’apprécie          100
Tropical
Soñemos una noche en el país de la maravilla, en la región de las quimeras, en el campo bruno, azul, de la naturaleza silvosa. La quinta de una hacienda perdida en el silencio infinito; una luz de parafina, un tapete verde sobre la mesa de rocambor. Una mariposa tardía del crepúsculo se ha quedado dormida. Es de oro puro, con las alas plegadas semeja una cruz de malta. Es fina y bella esta figulina de la penumbra dorada, esta condecoración imperial de los bosques. Es un primor inanimado; seguramente no piensa; porque es una joya. No de igual toque dos mariposas nocturnas grises, de felpa mate, que semejan enmascaradas. Estas marquesas antiguas de carnaval vienen quizá del árbol seco y venenoso. Un coleóptero verde se enciende como una lámpara; una cicindela bulle y se duerme. La guirnalda de alas azules chispea en su epifanía. Todos parecen dirigirse a la luz del rey insecto, ovoide y zarpón, enteramente grotesco. Sobre una pieza de dominó está la diosa del lago verde, azulina; la diosa palustre de dormidas antenas. Ha navegado a la luna, como Cleopatra en el Nilo. Oblicua en el ataque, se le atribuyen secretas pasiones. Estos seres pensierosos de la noche sienten intensamente. Yo vi una hormiga sobre un mármol iluminado, que corría presurosa con grandes rodeos y se detenía indagadora ante cualquier objeto mínimo. Súbitamente se paró en firme ante el cadáver de una compañera y en actitud que simulaba el espanto, levantó las antenas, permaneció un instante recta y huyó rápida al punto de venida. A poco llegaron otras hormigas, al parecer guiadas por ella y mostraron igual terror. Quien siente el espanto puede sentir tristeza; aunque ésta sea menos instintiva y más depurada. ¿Cómo será el pesar de los insectos nocturnos?
Commenter  J’apprécie          90
Pedrería Del Mar
Tendida hacia las olas, color de lazulita, con sus rampas de arena, se dilata en la costa la pedrería del mar. Los tonos silíceos hierven en la espuma con sus cuarzos dorados y opalinos. Infinitud de gemas de colores, multiplicidad de formas caprichosas cubren los estuarios con el preciosismo misterioso del mar. De las fuerzas elementales, el mar es la de mayor vivencia. De los aspectos de la Naturaleza, el océano es el más emocional. Miradlo de improviso y os parecerá animado; un ser vivo. Proceloso o durmiente impone en todo tiempo. Qué sería del hombre si tuviera el mar arriba en vez del cielo, su inquietud llegaría a ser mortal. Pero este coloso caído, este genio aprisionado, es por antinomia una alegría. Siempre nos atrae la dirección del mar. Parece que a él concurren todos los caminos. Es el arquetipo del movimiento, el ir y el devenir; en la nube pasajera como en el canto rodado está patente el signo de los viajes. El mar es tan misterioso como la noche, pues guarda la noche en su fondo. Guarda una noche colorida, la de los magos reflectores. Sus calamares gigantescos iluminan los corales y las islas de fuego titilan en los verdes encantados. De aquí los castillos imagineros, los palacios de la reina del mar. La leyenda de las rocas, la leyenda de la espuma y de la madreperla. El mar fluye su fantasía propia diferente de la del campo y la del cielo; fantasía cristalina y de colores glaucos. El mar engalana sus riberas con primor incansable, con diminutas bellezas, que son palpables indicios de sus ocultas maravillas.
Commenter  J’apprécie          90

Acheter les livres de cet auteur sur
Fnac
Amazon
Decitre
Cultura
Rakuten

Lecteurs de José María Egurén (4)Voir plus

Quiz Voir plus

Le Petit Prince

Que demande le petit prince?

un dessin
un livre
une feuille
un stylo

10 questions
283 lecteurs ont répondu
Thème : Le Petit Prince de Antoine de Saint-ExupéryCréer un quiz sur cet auteur
¤¤

{* *}