Os han dicho que sois mujeres, que debéis dedicar vuestra vida a aprender el oficio de madre y esposa. Sin duda no hay otro más noble, pero Dios nos hizo para mucho más que para ser amas de cría. Nos dio dones y talentos, habilidades e inteligencia. ¿Por qué Dios iba a dotar a las mujeres de talento para que se dedicaran en exclusiva a cambiar pañales?
La vida es efímera, pasajera, como un suspiro en medio del huracán del tiempo. Todo lo que vemos a nuestro alrededor se degrada despacio, desde que nacemos comenzamos a morir. Somos cadáveres andantes, por eso es muy importante que aprendamos a valorar las cosas y disfrutemos de las pequeñas cosas que tiene la vida.
La política llevaba una década emponzoñándose, el radicalismo crecía a medida que la gente olvidaba el pasado de enfrentamientos y disputas y corría alegremente a la orgía ideológica tan descafeinada como trasnochada.